*El Dr. Luis Alberto Castro, responsable del Laboratorio de Diagnóstico Molecular de la UdeC, dio en entrevista un panorama sobre la nueva ola de COVID-19, qué pasa con las pruebas y por qué nos seguimos infectando, aun vacunados.
Hace cuatro semanas, la Secretaría de Salud de Colima reportó un incremento de 8.2 casos diarios de Covid-19, en promedio, mientras que en su último reporte señala que hay un estimado de 40 casos por día. Por su parte, la dependencia nacional indica que de la semana epidemiológica 18 a la 24 se han quintuplicado los casos; pasamos de un promedio de 792 casos nuevos por día a 4 mil 224 por día.
¿Qué está pasando con la enfermedad?, ¿nos enfrentamos a una nueva ola? ¿Las vacunas están funcionando? El responsable del Laboratorio de Diagnóstico Molecular de la Universidad de Colima, Dr. Luis Alberto Castro Sánchez explicó en entrevista que el país se enfrenta a una nueva ola epidémica con un panorama distinto y preocupante.
“Desde hace seis semanas, la Secretaría de Salud federal reporta un incremento y desde hace cuatro la dependencia estatal comenzó a registrar este aumento de casos. ¿Qué pasa? Hay un indicador que se llama Índice de Reproducción; hoy en día, este indicador dice que por cada recuperado hay 2.5 nuevos enfermos. Esto es, tenemos una positividad del 38% nacional. Si lo comparamos con hace seis semanas, tenemos un incremento del 500% en los casos; no es un repunte como tal, sino una nueva ola epidémica en el país”, explicó.
El mismo incremento sucede en Colima, agregó; “si hace cuatro semanas teníamos 8.2 casos promedio por día en la semana, hoy tenemos 40 casos nuevos promedio por día; esto es, un aumento del 500% y una positividad en las pruebas del 50%. Es decir, que por cada dos pruebas que se hacen en la Secretaría de Salud estatal o en dependencias federales, en el estado una es positiva, sin contar las pruebas que se hacen en hospitales o laboratorios privados, las cuales no forman parte de las estadísticas”.
Para el responsable del Laboratorio de Diagnóstico Molecular y del programa de diagnóstico COVID-19 mediante PCR de la UdeC, es preocupante no sólo el subregistro de pruebas, sino la tendencia a “gripalizar” a la COVID-19; “esto no es una ‘gripita’, como lo dicen muchas personas, incluso políticos y programas de televisión”.
Si bien las vacunas han cumplido con el objetivo de prevenir casos graves o incluso la muerte, comentó, se estima que el 40% de los que se infectan por SARS-CoV-2 tienen secuelas por la infección, que pueden ser cardiovasculares, metabólicas, de salud mental, neurológicas, pulmonares, gastrointestinales, renales y musculares. A estas secuelas se les conoce como COVID largo o persistente, ya que de acuerdo con diversos estudios no tiene temporalidad.
“Desafortunadamente, la vacunación sólo reduce en un 15% la probabilidad de tener secuelas de una infección por COVID; no es por alarmar, pero tampoco se trata de no darnos cuenta de la situación. El hecho es que menos gente va a morir, pero te pueden quedar secuelas; por eso es muy importante seguir cuidándonos y no dejar de usar el cubrebocas”.
Esta nueva ola, explicó, es causada por una sub variante del Ómicron y, aunque es menos letal en pacientes vacunados, es más transmisible; “este virus sigue mutando, de hecho, es la enfermedad que mayor transmisibilidad tiene, ya le ganó al virus del sarampión y se ha venido diversificando”.
Pero ¿por qué nos seguimos enfermando si ya nos vacunamos? De acuerdo con Luis Alberto Castro, se debe al corto periodo de incubación del virus y al periodo de transmisión, sumado a que la mayoría de las personas ha dejado de usar cubrebocas, incluso gobiernos han emitido decretos para dejar de usarlo.
“Tenemos dos vacunas, que es el esquema completo, y dos vacunas de refuerzo; tenemos cuatro. Es evidente que habrá menos muertes, menos hospitalizaciones, pero el riesgo de tener COVID está latente, porque la vacuna es para prevenir la enfermedad grave o la muerte, no es esterilizante, como la del Sarampión”, destacó.
La COVID-19, dijo el Dr. Luis Castro, “es una enfermedad transmisible con corto periodo de incubación, por lo que la inmunidad de grupo no funciona; se supone que cuando hay inmunidad de grupo los casos terminan y aquí no sucede eso porque desafortunadamente es súper contagioso, y aunque se activa el sistema inmune, el periodo de incubación es tan rápido que no alcanza a evitar que nos enfermemos; sin embargo, pasa más rápido o con menos gravedad en comparación con un no vacunado”.
Para el investigador universitario es importante que se entienda que la COVID-19 se respira, se inhala a través de pequeñas gotitas de saliva o moco que se emiten al respirar, al hablar, al toser o cantar, y que se pueden acumular en un espacio cerrado y estar por horas suspendidas en el aire.
“Por ejemplo, un infectado entra a un baño totalmente cerrado y sin cubrebocas; después entro yo y me quito el cubrebocas porque digo que no estoy frente a nadie, pero el virus ahí está suspendido en el aire. Eso es lo que no se ha entendido, que hay enfermedades que se transmiten por aerosoles. Ahora ves a los políticos y a la gente en lugares concurridos sin usar cubrebocas”.
“La desinfección -dijo el académico- no sirve para evitar la infección; el alcohol, el tomar la temperatura y el tapete no sirven; están bien para evitar otras infecciones, pero no para las que se transmiten mediante aerosoles”.
Bajo este panorama ¿hacia dónde vamos?, ¿qué nos espera?, se le preguntó al investigador; “la realidad es que no sabemos. Antes de la ola de Ómicron, la gente decía que por estar vacunados no habría una nueva variante, pero ésta fue la mayor de todas las que hemos tenido. ¿Cómo va a ser ahora? La verdad es que no lo sabemos. En ese entonces la gente tenía más cuidado, ahora le vamos a sumar que ya no hay medidas y tenemos movilidad sin medidas de mitigación, eso es lo grave y que la gente no entiende que entre más personas se contagien, es menos probable que esto acabe”.
“Lo que más me preocupa, -continúo- es que tenemos pocos casos, 40 nuevos por día en promedio, pero con 50% de positividad. Creo que eso se debe a la disminución de pruebas en el país, lo que nos hace no tener un panorama certero de lo que realmente esté ocurriendo o por ocurrir”.
“Ahora mismo -dijo- se supone que es una enfermedad endémica; significa que habrá múltiples brotes en diferentes lugares geográficos, pero mientras más mute el virus y más gente se infecte, vamos a tener mayores probabilidades de nuevas variantes, e incluso puede haber algunas que evadan la vacuna, que esperemos no suceda”.
Finalmente pidió a la gente que, además de vacunarse, continúe usando mascarilla y mantenga la sana distancia, la ventilación de espacios y la higiene, “todo eso suma, ya que se trata de prevenir el contagio, porque no existe el riesgo cero”.