Por Itzel Sarahi Rojas Rivera
Dirigente Antorchista en el Seccional Colima
El Movimiento Antorchista Nacional, desde su nacimiento, tuvo como objetivo principal la educación y la organización de las clases trabajadoras, desde hace 47 años se ha planteado “no sólo resolver los intereses inmediatos de las capas más desprotegidas de México, sino que quiere, esencialmente, lograr un cambio profundo en México y en los mexicanos; y despertarlos y educarlos para que luchen por mejores condiciones de vida para ellos y las generaciones venideras”.
Y desde entonces, ha encaminado sus esfuerzos en cumplir con ese objetivo, para ello ha dedicado gran parte de su tiempo en educar a la juventud, pues son precisamente los jóvenes quienes pueden un día tomar el rumbo del país, siempre y cuando estos se eduquen para ser buenos profesionistas y seres humanos capaces de transformar la realidad social, en una mejor para todos.
Por ello, el Movimiento Antorchista, a través de la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios Rafael Ramírez (FNERRR); organización estudiantil, que se ha convertido en una organización estructurada, permanente y con un plan de lucha sistemático en pro de una mejor educación, y que ha participado de manera solidaria en la defensa de los intereses del estudiantado en general, ha impulsado una alternativa educativa para miles de jóvenes en todo el país, creando las Casas del Estudiante.
En el Estado de Colima, contamos con las Casas del Estudiante Graciano Sánchez, que desde hace más de 30 años han albergado a jóvenes de diversos municipios del Estado y también de municipios cercanos como Michoacán y Jalisco, donde se les ha podido ofrecer; hospedaje, alimentación, internet y talleres culturales y deportivos.
Las Casas del Estudiante, nacen de la necesidad de miles de estudiantes, que no tienen la oportunidad de continuar con sus estudios por falta de recursos económicos, esto derivado de la pobreza en la que se encuentran sumidos miles de familias en todo el país, que no permite, siquiera, dar una educación digna a sus hijos como lo marca nuestra carta magna en el artículo tercero constitucional. Ante esta situación tan complicada para las familias, las casas se vuelven un apoyo indispensable para los estudiantes y sus padres.
En Colima se cuentan con cuatro edificios; uno en Manzanillo, cerca de la Colonia Vista del Mar, otro en Coquimatlán, enfrente del campus de la universidad y dos en la capital colimense, que albergan en su totalidad a 80 estudiantes que cursan su educación media superior y superior.
Sin embargo, los gobiernos poco se preocupan por las condiciones mínimas de los albergues estudiantiles, que resuelven en gran medida la deserción escolar. En años pasados los albergues recibían subsidio por parte del Gobierno Estatal, que resolvían en lo mínimo los gastos para pago de servicios, pero con la llegada del Gobierno Morenista en Colima, encabezado por Indira Vizcaíno, hoy no se recibe ningún apoyo por parte del gobierno estatal y ni siquiera se ve la preocupación de este para poder resolver un poco de las necesidades de los estudiantes, en Manzanillo la situación es más complicada, la presidenta municipal Griselda Martínez, cero apoyo para los estudiantes manzanillenses.
En Colima, uno de los edificios, está en obra gris, el gobierno de Héctor Insúa, no concluyó la obra pues argumentaban que la inversión de siete millones de pesos no era suficiente para terminar por completo la obra, y en esas condiciones los estudiantes se fueron a vivir.
Recientemente en la administración de la alcaldesa Margarita Moreno, se invertirá un millón 300 mil pesos para la segunda etapa del edificio, lo que permitirá mejores condiciones de infraestructura para que los jóvenes puedan estudiar, se comprometieron en el siguiente año concluir con la totalidad de la obra.
A pesar de algunos esfuerzos por parte del gobierno municipal, las necesidades de los albergues son muchas, por lo que los jóvenes a través de su ballet estatal, realizan diferentes actividades económicas, entre ellas, la colecta pública en diversos puntos del estado, para recabar fondos para el sostenimiento de los albergues. A través de la cultura los jóvenes sensibilizan y dan a conocer a la ciudadanía el trabajo de las casas estudiantiles.
Las casas del estudiante son una alternativa para los jóvenes, invitamos a todos los colimenses a apoyar a los estudiantes para contar con mejores profesionistas que servirán en un futuro no muy lejano a transformar la sociedad en una más equitativa para todos.
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