Por Itzel Sarahi Rojas Rivera Dirigente Antorchista en el Seccional Colima
Diversos medios de comunicación informaron el tan esperado regreso a clases de millones de alumnos en todo el país. Después de una larga espera, los estudiantes por fin regresaron a las aulas. Sin embargo, para muchos estudiantes no fue posible hacerlo, pues la pobreza, la ola de violencia que se ha disparado en diversos estados de la república y falta de oportunidades, impidieron que ese día tan esperado, llegara para muchos.
Datos del portal web el Financiero, menciona que el pasado 29 de agosto, 29 millones 849 46 alumnos y alumnas de educación básica, media superior y normales vivirán el regreso a clases presenciales en el nuevo ciclo escolar 2022-2023, en 232 mil 966 planteles. Además, se informó por parte de la Secretaría de Educación Pública (SEP) que tras más de dos años de confinamiento a causa de la pandemia de COVID-19, existen condiciones para un seguro regreso a clases 2022.
Por otro lado, la otra cara de la moneda, también se pone de manifiesto, pues “un estudio realizado por México Evalúa y el Tecnológico de Monterrey reveló que tras el cierre de escuelas provocado por la pandemia de COVID-19, más de medio millón de estudiantes dejó la escuela. La mayor deserción escolar se vio a nivel preescolar, cuya matrícula disminuyó 13%. El segundo sector más afectado fue el nivel medio superior, con un 7% en la reducción de su matrícula. Las escuelas privadas enfrentaron la mayor reducción de su matrícula, -26%, con una pérdida de más de 250 mil estudiantes, según el estudio” (animal político, 2 de junio 2022)
Además, el mismo medio menciona lo siguiente con respecto al estudio realizado por México Evalúa; “Antes del cierre de escuelas: la reducción ha sido de 366,954 estudiantes de 2018 a 2021. “El 8% de los jóvenes que terminan la secundaria no ingresan a preparatoria. Este problema no fue ocasionado por la pandemia; en este gobierno se observó por primera vez una caída en la matrícula de la educación media superior, a pesar de las Becas Benito Juárez”.
Respecto a quiénes abandonan más la escuela, el estudio reveló que el efecto caída es el doble en hombres que en mujeres.
“Hoy tenemos un 10% menos de estudiantes hombres y un 5% menos de mujeres en las aulas que al inicio de la administración actual. Por entidad, Colima y Jalisco muestran las caídas más drásticas, con 15.7% y 14.5%, respectivamente”.
Ante este panorama, la situación de millones de estudiantes es lamentable, pues a pesar de que el gobierno federal mencione apoyo en este rubro para los alumnos con las tan mencionadas “Becas Benito Juárez” la realidad demuestra que eso no resuelve el grave problema de la falta de educación, pues los alumnos más afectados fueron los que ya presentaban problemas escolares, previo a la pandemia, y sobre todo los estudiantes más pobres. El lema de “por el bien de todos, primero los pobres” con los estudiantes tampoco aplica.
Agregando también, lo que implicó para miles de familias el alto costo en útiles por el regreso a clases. Según la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), comprar los uniformes y cubrir las cuotas solicitadas por las escuelas públicas tiene un costo promedio de tres mil 380 a cinco mil 293 pesos por alumno. Todo ello sin contar que, ante la proximidad del regreso a clases, los precios de tales productos registran un alza general promedio de 20% a 30%; aunque hay casos donde un mismo artículo se encarece hasta 100% de un establecimiento a otro.
Así este regreso a clases para millones de familias en todo el país, como siempre las familias más pobres son golpeadas por estas situaciones, y la educación es sólo el reflejo de lo que viven los ciudadanos, a pesar de que el gobierno pregone que el bienestar y la seguridad sean lo más importante para su gobierno.