Por Luis Enrique López Carreón
Dirigente del Movimiento Antorchista en Colima
El próximo fin de semana, el domingo 23 de octubre, el Movimiento Antorchista Nacional llevará a cabo su VI Concurso de Folclor Internacional en el teatro Macedonio Alcalá, en la ciudad de Oaxaca. Los organizadores informaron a los medios de difusión, que el evento se realizará con el fin de fomentar el arte y la cultura en los pueblos y colonias de todo el país. Y yo creo que así será. En mi larga y azarosa vida, no me he topado jamás con una agrupación política de carácter sumamente popular, que cultive tanto y con tanto cariño la cultura y el arte entre los desamparados, como lo hace desde hace casi cinco décadas el Movimiento Antorchista. Ahora entiendo bien que organizar y educar al pueblo, implica, sobre todo, aculturar, y que esta obra humanamente gigantesca, solo de gigantes puede ser.
El concurso de Folclor Internacional, es sólo una perla más del rosario cultural creado por el Movimiento Antorchista para goce y disfrute de los más desamparados de la patria. A estas alturas, creo yo, que ya casi no hay nada de lo cultural y artísticamente producido por la humanidad para los humanos, que no conozcamos los Antorchistas y gran parte de los mexicanos, gracias al esfuerzo de la Comisión Cultural Nacional Antorchista.
Día a día, Antorcha trabaja y lucha por casi todos los rincones de la nación, para hacer que el pueblo practique y disfrute de todo aquello que los artistas del pasado y del presente, legaron y legan para las generaciones presentes y futuras. Pero, si alguna duda despertase las afirmaciones con las que hoy me atrevo, sinceramente invito a quien tenga sin prejuicio, ojos para ver y oídos para escuchar, a que nos sigan. Juro que como en mí, la sorpresa que experimenten se tornará pronto en un sentimiento inexplicable de infinita solidaridad con la humanidad.
Pero, como dijera Marcos Rafael Blanco Belmonte en uno de sus poemas ya muy conocidos: “¿Por qué tantos afanes en la jornada, sin buscar recompensa?” Y a nombre del Antorchismo nacional yo contestaré como él mismo lo hace: “por los que no trabajan, trabajo y lucho; si el mundo no lo sabe, ¡Dios me comprende! Hoy es el egoísmo torpe maestro a quién rendimos culto de varios modos; si rezamos, pedimos sólo el pan nuestro. ¡Nunca al cielo pedimos pan para todos!”
El sistema clasista impuesto por los poderosos del mundo, que hoy corroe e impera en nuestra moderna sociedad capitalista, nos arrebató también el disfrute de lo más granado de la cultura que nos legaron los artistas del pasado a todos los seres. Y hoy, la peor de las consecuencias, la tragedia más trágica, es el proceso de deshumanización que están sufriendo gran parte de las generaciones más recientes, es decir, de gran parte de los jóvenes, quienes, sin más, adoptan con gran facilidad la filosofía aquella creada y promovida por los económicamente más fuertes: aniquilar la competencia. Sólo que, entre algunos jóvenes, la competencia a aniquilar, es también otro semejante.
Y hoy, la tragedia deshumanizadora ya no tiene comparación. Vemos, del lado de la delincuencia organizada y desorganizada, jóvenes persiguiendo, secuestrando, matando, decapitando, desmembrando y calcinando vivos a otros jóvenes. Mientras que, desde la oficialidad y el gobierno, otros jóvenes con uniforme de diverso color, diseño y camuflaje, los persiguen, los cazan y también los desaparecen. Hoy presenciamos el horror más horrible. Los humanos contra la humanidad. Y, ¿cuál es la estrategia gubernamental oficial contra todo esto?: “abrazos, no balazos”; aunque los balazos, son ya casi el único abrazo que conocemos.
Por eso es tan urgente que salvemos a la juventud amenazada. Y la cultura y el arte, salvan. Es casi seguro que, el joven que está cantando, actuando, bailando, tocando algún instrumento, escribiendo o declamando, no estará delinquiendo. Urge recuperar la humanidad de los humanos. Es cierto que la educación formal ayuda, pero bajo la dirección de la máxima ganancia, no siempre humaniza. El capitalismo produce también delincuentes muy bien educados.
Y, si alguna duda aún quedara de lo que digo, traigo aquí un apretado resumen de muerte y terror vivido en Colima en sólo un día. Los datos los vi en un portal digital llamado Hermes Revista Digital, que publicó hoy así su nota: “Sigue el infierno en Colima, solamente ayer jueves hubo 6 ejecutados y varios heridos”.
He aquí el resumen: “13:30 horas: comenzó el jueves sangriento; en la calle Francisco Márquez de la colonia Villas Alameda, un hombre armado balaceó a un masculino en 8 ocasiones…”; 17:00 horas: …la muerte anduvo en Manzanillo, reportan detonaciones, confirmándose una persona muerta sobre la avenida Playa de Oro a la altura del restaurante Pata Salada”. 19:00 horas: …cerca de la calle Filomeno Medina y Manuel Gallardo dieron muerte a un hombre”; 19:32 horas: avisaban por mensaje que en la avenida Venustiano Carranza habían bajado a un hombre, la camioneta quedó ahí en la calle”; 19:32 horas, la calle Cerro de la Cumbre fue el escenario de crimen de una mujer.” 20:00 horas: vecinos reportan que se escucharon 6 plomazos por la privada que se encuentra a espaldas de la calle Los Regalado; dos víctimas, una murió al instante y la otra aún tenía aliento a la llegada de las unidades de emergencia”. 21:00 horas: Las patrullas se movilizaron por el rumbo de La Estancia a gran velocidad, los reportes provenían de múltiples disparos en Cardona”; 22:00 horas: Llegaban por redes sociales la grabación de los motociclistas que en el infortunio se habían atravesado a un tráiler que se los llevó de frente, una joven perdió la vida.” Y así, este es ahora el diario vivir de los colimenses. Tragedia sobre tragedia.
Por eso yo afirmo aquí que el VI Concurso de Folclor Internacional del Movimiento Antorchista, y su innegable ejemplo educativo de aculturamiento, es una bocanada de aire fresco en medio de la podredumbre pestilente de terror y muerte, que vivimos casi por todos lados a causa de la inseguridad y el mal gobierno. Apreciemos y promovamos la actividad cultural y artística. Defendamos y promovamos la humanidad entre los jóvenes; antes de que sea tarde.