Por Luis Enrique López Carreón

Dirigente del Movimiento Antorchista en Colima

 

En un escrito que hice público la segunda quincena del mes de agosto pasado, dije que las promesas que hizo en la ciudad de Manzanillo el Presidente de la República en su visita más reciente, tenían, sobre todo, un privilegiado y ausente destinatario: Estados Unidos de Norteamérica; en especial, la dupla que forman el gobierno y los empresarios de ese gigante comercial, con amplios y notables intereses comerciales en gran parte del continente asiático, cuya puerta principal para Norteamérica, es precisamente el Puerto de Manzanillo. 

Y, para dar hoy otro fundamento a la afirmación que hice en aquel entonces, agrego ahora otro dato. El día 17 febrero de 2017, se hizo pública una reunión en Laredo Texas, entre funcionario del gobierno federal, de Colima y de los municipios de los dos Laredos (Nuevo Laredo y Laredo Tx.), para iniciar formalmente las negociaciones para el establecimiento de un corredor comercial terrestre entre el puerto de Manzanillo y los dos Laredos. La nota completa se puede leer en el portal https://laredmultimedia.com, con el título: “Negocian corredor comercial Manzanillo, Colima-Laredo” 

En la nota que refiero arriba se pueden leer cosas que, con un sentido más crítico de la realidad que vivimos, se puede concluir fácilmente que, en las promesas que hizo en aquel entonces el presidente en Manzanillo, no estaba, en esencia, la necesidad de seguridad que urge hoy más que nunca a los colimenses, sino algo mucho más trascendente para los verdaderos intereses del mandatario, en cuanto a la reelección de su partido, es decir, condescender al interés comercial del país imperialista.

Se dice que fueron tres las promesas principales que hizo el presidente aquel día: 1) ampliar a seis carriles toda la autopista Manzanillo-Colima; 2) la conclusión en el mes de diciembre de la autopista Colima-Guadalajara; y, 3) la rehabilitación de carreteras estatales en los diez municipios. Pero yo afirmo que hubo otra promesa más, que no se hizo pública: instruir a la gobernadora Indira Vizcaíno, para que acudiera a reunirse, días después de la visita oficial, con el embajador de EE. UU., Ken Salazar, para buscar mecanismos que evitaran los bloqueos que las familias de desaparecidos y secuestrados, estaban realizando en el libramiento Ejército Mexicano, frente a las oficinas de la Fiscalía General (FGE).

De la última promesa presidencial que refiero, ya conocemos los resultados. Al día siguiente de concluida la visita del señor embajador, el encargado del Despacho de la Fiscalía Especializada en Desapariciones de Personas, Héctor Javier Peña Meza, informó que, “la FGE tiene abiertas varias carpetas de investigación por bloqueos al libramiento Ejército Mexicano, que familiares de personas desaparecidas o privadas de su libertad, han realizado entre los meses de junio y agosto…” (Diario de Colima, 11 de agosto). Luego, el día 13, el medio digital Afmedios Noticias, difundió un video del día 9 de agosto, cuando la Fiscalía y la Policía Estatal desalojaron con la fuerza pública, a unos familiares de personas desaparecidas que tenían bloqueado el libramiento desde un día antes de la visita del embajador. Finalmente, el mismo día 13, los medios locales informaron que, el entonces Secretario de Seguridad Pública, Víctor Manuel Llerandi, dijo que, “[…] no van a permitir que se vuelva bloquear el sentido de sur a norte [del Libramiento], es decir, en dirección de Manzanillo a Guadalajara, el cual fue desbloqueado el jueves. Por lo que los elementos de la Policía Estatal permanecerán en el lugar.” (Diario de Colima) Y he aquí el cumplimiento de la promesa presidencial no confesada. 

El cumplimiento de otra de las promesas presidenciales se dio el viernes 4 de noviembre pasado, me refiero a la inauguración del tramo pendiente de la autopista Guadalajara-Colima, conocido como “transvolcánica”. El presidente la prometió para diciembre, pero, seguramente que, ante las elecciones del 8 de noviembre pasado, para elegir la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, López Obrador tenía prisa por aportar su granito de arena al triunfo de sus aliados norteamericanos. La prensa lo dijo así: “AMLO festeja equilibrio en elecciones intermedias de Estados Unidos” (https://político.mx/).

Vistas, así las cosas, solo faltaría el cumplimiento en la ampliación a seis carriles de la autopista Manzanillo-Colima, y la rehabilitación de las carreteras estatales. Pero, dado el evidente interés comercial innegable que tiene el presidente en el trasiego de mercancías que entran y salen del Puerto de Manzanillo, yo creo que aquí también va a cumplir.  

Para dar fundamento a esto último que digo, veamos algo más de lo que se dijo en la reunión que se llevó a cabo en Laredo Texas. El medio citado dijo que la delegación colimense fue encabezada por el entonces Secretario de Fomento Económico, Carlos Domínguez Ahedo, quien afirmó que, conociendo que la región de los dos Laredos es por donde se mueve el grueso del comercio internacional con los Estados Unidos, “el establecimiento de un corredor comercial facilitaría la puesta de mercancías de los países de Asia con el Valle de Texas, a menos costo, en cuanto a fletes se refiere”. Dijo también que actualmente ese traslado de mercancías se hace desde California hasta el Valle de Texas, pero resulta muy costoso. Destacó que la distancia física que hay entre Manzanillo y Laredo, es 30 por ciento más corta que la que hay de San Diego, California, a Laredo. 

Y finalmente, afirmó lo que pudiera ser el verdadero motivo, móvil del interés presidencial de la Cuarta Transformación, para el cumplimiento de las promesas que hizo el presidente en su pasada visita: “Si pudiéramos hacer que los barcos con carga contenerizada que vienen al Valle de Texas, lo pudiéramos operar por Manzanillo, pues ganaríamos nosotros [¿Nosotros?] y gana la ciudad de Laredo” Y precisó aún más: “Resaltó que todos los productos que están llegando al Valle de Texas, vía Laredo , que vengan de China, de Corea o del sureste asiático, Malasia, Indonesia, Singapur, Tailandia, pues la puerta es Manzanillo en una distancia más corta y a menor costo”.  

 

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