Por Francisco Mojarro
La noche del 11 de marzo fue agridulce: Las jugadoras del Toluca se quedaron con las ganas de llevarse tres puntos a casa, estuvieron a unos cuantos minutos de conseguir el anhelado triunfo en el Estadio Akron, pero para su desgracia las Chivas reaccionaron y anotaron en los últimos suspiros del partido, consiguiendo el empate a un gol.
En el encuentro estuvieron dos colimenses, una por cada escuadra; Susan Bejarano con las rojiblancas y Andrea Martínez con las mexiquenses. Sin embargo, solo la perteneciente al chiverio tuvo participación; jugó los 90 minutos y este fue su cuarto encuentro que disputa en el actual torneo.
Desde un inicio el partido se teñía de color rojo, porque las diablas comenzaron a presionar a las tapatías haciendo que ante los televidentes estas quedaran mal; no tenían una visión clara del partido, perdían balones con demasiada facilidad y Sandra Lozano no tuvo mucha actividad.
Con el pasar del tiempo las locales fueron mejorando su nivel, pero no fue suficiente; la superioridad del equipo toluqueño aún se notaba y en varias ocasiones, Celeste Espino tuvo que hacer lances de fotografía para evitar el gol en su portería
El primer gol llegó a los 65 minutos, cuando Destinney Durón realizó un centro envenenado desde el tiro de esquina, el esférico hizo sufrir a propios y extraños dentro del área rojiblanca, pero terminó en los pies de Arlett Tovar le pegó directo al fondo de las redes.
El partido parecía terminar, era tiempo de compensación y el equipo de Toluca ya se veía regresando a casa con la victoria en la bolsa. Pero siempre ha dicho que el fútbol esta lleno de sorpresas, anoche no fue la excepción; pero al minuto 92 Joseline Montoya mandó un centro a la olla, donde Alicia Cervantes piso y anticipo la salida de la portera para mandar el balón dentro al fondo de la red.
Las Chivas durmieron con 20 unidades posicionándolas en la tercera posición general, mientras que las Diablas consiguieron llegar a 16 unidades, ubicándose en el sexto peldaño