Por Luis Enrique López Carreón
Dirigente del Movimiento Antorchista en Colima

Consummatum est. Si los grupos de poder político y económico colimenses no reaccionan en las próximas dos semanas, nuestros niños, como los de casi todo el país, sufrirán la suerte que ordene desde palacio nacional el presidente de la República. “Llueva, truene o relampaguee” serán la ofrenda ofrecida por la 4ªT a la pandemia del Covid-19, pues deberán regresar a clases presenciales sin vacuna, porque, “se tienen que correr riesgos”; así lo dijo ya el señor de las mañaneras. La suerte esta echada.

Y creo que en Colima no podría ser de otra manera. Los niños, los jóvenes, los padres de familia y sus maestros ahora están solos ante la resistencia. Con el colapso financiero del gobierno estatal aún en ciernes, el falso ofrecimiento de salvación ofrecida por el presidente, y el silencio casi absoluto de la oposición política en el Estado, claramente se ve que ya no hay remedio. Estamos en manos de las ocurrencias presidenciales.

Pero hay actitudes obsecuentes que verdaderamente sorprenden por su atrevimiento. En la primera pagina de un diario local publicado el 16 de agosto pasado, encontré una de estas obsecuencias que refiero, y que causan grima tan sólo verlas. En mitad de la página principal del Diario de Colima, y con letras inusualmente grandes se lee lo siguiente: “Se han contagiado 811 menores en el estado”, y en letras igualmente llamativas también se dice: “Más de la mitad fueron entre julio y agosto de este año; han fallecido dos; en junio y julio aumentó 640 por ciento la toma de pruebas en las instituciones del Sector Salud y 160 por ciento la positividad al virus; se mantiene color rojo en el Semáforo Epidemiológico, del 16 al 22 de agosto”.

Finaliza la alarmante nota, con las recomendaciones que de rigor hace el Sector Salud: “[…] en caso de tener la sospecha de que puedan presentar coronavirus, […] hay que acudir a un hospital o mantenerse en casa, debiendo extremar las medidas de aislamiento domiciliario.” Como ya dije, una mente sana y en su juicio, no puede con esto, más que concluir que la pandemia es una cosa muy seria, y todos, principalmente el Gobierno, deben extremar las precauciones obligadas que se recomiendan, una de las cuales, es precisamente quedarse en casa.

Pero, hay otras mentes que no piensan así, seguramente porque las obnubilan otros intereses que no son precisamente los de la salud. En la misma página que refiero, solo que ahora en la parte superior derecha, se dice que dijo así el Secretario de Educación estatal, Jaime Flores Merlo: “Se puede iniciar ciclo escolar en cualquier modalidad. Estamos preparados para ello […]. ¿En serio? Por un lado, el Sector Salud llama a extremar precauciones por la gravedad de la pandemia, exponiendo incluso el daño que está sufriendo la población infantil, y por el otro, la Secretaría de Educación llama a desdeñar el peligro informando que está dispuesta a iniciar el ciclo escolar tal como se lo diga la SEP federal. ¿Acaso tiene esto sentido y lógica sensata? Pues no la tiene, pero así fue. No se equivocó el medio ni hubo mala fe. Las dos declaraciones son del mismo gobierno y del mismo día.

Pero no podía ser de otra manera. La explicación de tan obsecuente actitud del Secretario señalado, la encontré días después en una nota digital del portal adcolima.mx, que dice literalmente así: “Colima se apegará a lineamientos federales para tener el regreso a clases presenciales: Gobernador” Es decir, parece ser que ahora recibiremos ya línea directa del mismísimo señor presidente. ¡Qué gran honor! Y no hay de otra. Porque, al declarar esto el Gobernador, informó también a los medios de los resultados obtenidos en su gestión ante la Secretaría de Hacienda (SHCP), para conseguir los recursos extraordinarios prometidos para resolver el pago de salarios y prestaciones que debe a sus trabajadores. Luego de recordar el compromiso que hizo el presidente de la República hace unos días, el medio refirió que el Gobernador se expresó así: “aprovecho para agradecer por su generosidad, por su sensibilidad para entender la problemática que estamos viviendo y que con su solidaridad nos respalde para poder salir adelante”. Pues pero la mera verdad, yo no veo por ningún lado la generosidad, la sensibilidad ni la solidaridad que dice el Gobernador.

Y lo dicho. La realidad se impone como una pesada carga. Creo que el Gobernador y su gobierno, ya no están en condiciones de rechistar nada que disguste al señor presidente, tal como en los viejos tiempos. Parece que los colimenses estamos solos. Ni hablar.

Muy bien. Sinceramente creo que nadie en su sano juicio, en la posición tan comprometida en que se encuentra ahora el Gobernador, podría decir algo distinto. Nadie del gobierno. Pero, ¿y qué dicen a todo esto los partidos de la oposición?, ¿ellos tambien estan comprometidos con la 4ªT por dinero? Porque, todos los partidos a cual más, ¡todos¡ Nos atosigaron tanto como pudieron antes del proceso electoral, gritándonos literalmente en las orejas que ellos, ¡y solo ellos!, sabían cómo resolver los grandes problemas que padece nuestro Estado. ¿Dónde quedaron ahora los heraldos de la justicia y la humanidad?, ¿dónde, los que se desgarraban las vestiduras hasta la piel cuando buscaban del voto, para componer todo lo descompuesto? Silencio. Ahora todos guardan cauto silencio con la testa gacha ante el sacrificio que se pretende hacer con los estudiantes sin vacuna.

Bueno, todos no. Sin levantar la testa, ahí tenemos ahora a un raro espécimen de político nunca visto en Colima, mismo que antes juraba lealtad ciega a su Gobernador enjugándose los ojos, gritando ahora, resoplando y reclamando, por todos los malos manejos económicos que ellos mismos manejaron. Prestos y listos para hacer leña del árbol ya casi en el suelo. Pero, si el árbol tan mal les pagó, ¿dónde quedó entónces la lealtad que juraron ante los colimenses y sus hijos? No olviden que viven de los votos.

Si el actual gobierno, por su lamentable y crítica situación financiera que lo postra ante la federación, ya no tiene con qué representarnos y defendernos ante embestidas tales como las fallidas medidas presidenciales que lastiman, empobrecen, enferman y matan a los colimenses; exijamos entonces que los que se consideran oposición política hablen, y manifiesten claramente sus verdaderas intenciones. Los colimenses no podemos quedar a merced de la voluntad de un sólo hombre por muy iluminado que se considere. La obsecuencia absoluta al poder momentáneo, nunca ha sido la solución que necesitamos todos los mexicanos. Hoy se trata de la vida de nuestros hijos, mañana será la vida de cualquiera.

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