Por Itzel Sarahi Rojas Rivera
Dirigente Antorchista en el Seccional Colima
No cabe duda que a los colimenses “nos llueve sobre mojado”. Y así es, estimado lector, en estos momentos en que escribo estas líneas, el Servicio Meteorológico Nacional informa que el paso del huracán “Nora” por las costas de Colima y Jalisco, está ocasionado vientos con rachas de hasta 110 a 130 Km/h y oleaje de 4 a 6 metros de altura. Hay alarma entre los colimenses.
Nuevamente a los colimenses nos azota la desgracia, pues, como en cada huracán que pasa por nuestro estado, hace sentir su furia la naturaleza causando estragos a su paso, pero, sobre todo, causando daño a los más pobres, a los más desprotegidos, a los que no cuentan con las condiciones necesarias para guarecerse de las inclemencias del tiempo.
Esos, a los que el viento les arranca sus láminas de cartón o de asbesto, arrebatándoles lo que la naturaleza cree que es suyo; a los que sus casas se inundan y mojan echando a perder todo lo que por tantos años de esfuerzo y sacrificio habían logrado. Los que se quedarán en casa sin comer, pues la lluvia los detiene para salir a ganarse el pan de cada día. Esos, que indudablemente como cada año, esperan resignados que “pase la tormenta”, pues se consuelan con el dicho aquel, de que, “después de la tormenta viene la calma”.
Pero, ante esta situación, ¿qué hizo el Gobierno Federal para proteger a los pobres de esta tragedia, que, por cierto, se repite cada año? Veamos.
El Fondo de Desastres Naturales (Fonden), fue creado como un programa dentro del Ramo 23 del Presupuesto de Egresos de la Federación de 1996, y se hizo operacional en 1999 cuando se emitieron sus primeras Reglas de Operación. Se dividía en prevención, respuesta y reconstrucción. El Fonden era un instrumento financiero, dentro del Sistema Nacional de Protección Civil, del que salían los recursos para enfrentar las emergencias que, al ser consecuencia de los efectos de la naturaleza, no se podían presupuestar.
Con el Fonden se activan los recursos económicos en las entidades afectadas por ciclones, huracanes, sismos y cualquier fenómeno natural, y se podían acceder a los recursos al poco tiempo de que fueran afectadas. El dinero provenía de todos los mexicanos, servía para tener recursos inmediatos para la reparación de infraestructura y de los bienes de las personas afectadas por los desastres naturales. Los recursos los manejaba el gobierno federal a través de la Secretaría de Hacienda y Gobernación.
Sin embargo, con la llegada del Gobierno de la cuarta transformación al poder, el presidente Andrés Manuel López Obrador propuso la desaparición del Fondo de Desastres Naturales, así como todos los fideicomisos, al asegurar que eran “la caja chica” de los regímenes corruptos.
Datos del portal web Expansión política, menciona lo siguiente: La Secretaría de Hacienda (SHCP) oficializó la desaparición del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), al publicar el acuerdo en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 28 de julio del año en curso. Por lo tanto, ya es un hecho, los apoyos para las familias más vulnerables han desaparecido. ¿pensó el gobierno de la cuarta transformación en las consecuencias de está decisión?, ¿creen que, con los apoyos de transferencia monetaria directa, las familias podrán reconstruir sus hogares cuando se las tumbe una contingencia natural? Yo creo que no. Es lamentable que el Gobierno que dijo defender “primero los pobres” sea el primero en desampararlos.
Por su parte, el gobierno del Estado, encabezado por el Licenciado José Ignacio Peralta Sánchez, no se queda atrás. Desde el inicio de su gobierno, el Movimiento Antorchista le planteó las necesidades de miles de colimenses en materia de vivienda, principalmente de paquetes de láminas de asbesto y material para construcción a bajo costo, para que, llegando la época de lluvias, la gente pudiera ya contar con las condiciones mínimas para proteger sus viviendas de las inclemencias del tiempo. Sin embargo, es momento que no resuelven ni una sola lámina para las familias. ¿Es mucho pedir Sr. Gobernador? ¿acaso cree que las láminas es un lujo que no pueden pedir los pobres?
En estos momentos, miles de familias están mojándose en sus casas, y es lamentable su situación. No podemos quedarnos callados ante tal atropello por parte de las autoridades. Sumemos esfuerzos y exijamos nuestros derechos constitucionales. Los pobres de Colima no tenemos otro camino.
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Colima, col. a 28 de agosto de 2021