Por Luis Enrique López Carreón
Dirigente del Movimiento Antorchista en Colima
En otros documentos similares a este, me referí ya a la destacada participación económica que ha tenido el importante y emblemático municipio de Manzanillo ubicado en el Pacífico mexicano, para la economía del Estado de Colima, pero también para toda la economía nacional. En aquel entonces, lo hice destacando sólo dos de sus activos económicos principales más remuneradores para el país: el Puerto y su Aduana.
En cuanto al Puerto, me permití referir que, a decir de los especialistas en el tema, el de Manzanillo, es el tercer Puerto más importante de toda America Latina en cuanto a movilidad comercial, y el primero en todo el litoral mexicano; es decir, es la puerta principal de entrada y salida de todas las mercancías que mueve la economía del país. De la aduana dije, que, en materia de recaudación fiscal, según el Servicio de Administración Tributaria (SAT), la aduana de Manzanillo ocupa el lugar número uno de las 17 aduanas marítimas de todo el país, en cuanto a recaudación de impuestos, pues, recaudó para la federación, entre enero y septiembre de este año, 91 mil 185 millones de pesos, el 24.5% de los 371 mil 540 millones, reunidos hasta entonces, por todas las aduanas marítimas del país.
Pero también dije, que, no obstante, toda esta plétora de riqueza que se genera y se mueve por toda la ciudad portuaria, Manzanillo, es de los municipios que concentra la mayor cantidad de habitantes en pobreza y pobreza extrema de todo el Estado. Pero no sólo eso. Es primer lugar con habitantes sin vivienda propia, y junto con Tecomán, son nota nacional por el súbito incremento en los índices de delincuencia y de violencia en general. Y ya ni hablemos del desempleo, la insalubridad, la falta de servicios públicos, y las pésimas condiciones de su estructura urbana. Por todo esto y más, pareciera que Manzanillo es, algo así como el cuerno de la abundancia, sólo que la abundancia únicamente es para unos cuantos potentados, mientras que el cuerno es para todos los demás.
Hoy, me quiero referir a otro activo más con el que cuenta Manzanillo para aportar, y mucho, al desarrollo económico y social de todo país, a pesar de que, con éste, menoscaba, deteriora y atenta contra la salud de todos sus habitantes, pero también, de todos los turistas que gustan de visitar este atractivo punto turístico mexicano. Me refiero hoy, al Complejo Termoeléctrico “General Manuel Álvarez Moreno”, que opera en ese borde del Océano Pacífico.
La Central Termoeléctrica de Manzanillo fue inaugurada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el primero de enero de 1982. En su primera etapa comprendía cuatro unidades generadoras, cada una de ellas con capacidad instalada de 300 megawatts. Posteriormente se construyó la Central Manzanillo II, la cual fue inaugurada en 1988, integrada con dos unidades generadoras con capacidad instalada de 350 megawatts cada uno, con equipos en turbina de vapor, un generador eléctrico y generador de vapor. Actualmente, el complejo termoeléctrico se integra por 12 unidades generadoras de energía: ocho de ciclo combinado y cuatro de combustión dual de vapor convencional con uso de gas natural, combustóleo o mezcla de ambos combustibles
Las 12 unidades tienen una capacidad de generación total de 2 mil 804 megawatts, lo que equivale al 7% de la capacidad total efectiva instalada de la CFE, lo que convierte al complejo termoeléctrico en el más grande del país. El suministro de energía eléctrica del complejo de Manzanillo al sistema eléctrico nacional, representa el consumo de energía anual de la Ciudad de México, generando un beneficio para alrededor de 9.8 millones de habitantes.
Pues muy bien para el país. Pero, ¿Qué costo es el que están pagando los manzanillenses por tamaña hazaña? La imagen que se vive a diario en Manzanillo, la retrata muy bien una nota del diario El Economista del día 27 de junio de 2020. Veamos. “De día, la Central Termoeléctrica […], apenas se ve debajo de una o dos gruesas columnas de humo, a veces blanco, a veces amarillo y a veces de un negro intenso que parecen pelear con el viento para mantener su forma, como una danza de gigantes en el cielo. De noche, parece un enorme incendio color oro, debajo de velas de humo luchando a borbotones por mantener la vertical”
Esta evocadora imagen que nos brinda la nota que refiero, nos la traduce crudamente la Comisión para la Cooperación Ambiental de México, Estados Unidos y Canadá, de la siguiente manera: la Central Termoeléctrica contamina Manzanillo; “es la segunda mayor generadora de partículas con un diámetro aerodinámico inferior a 10 micrómetros (PM10) en el país con 7,630 toneladas al año; segunda en partículas con un diámetro aerodinámico inferior a 2.5 micrómetros (PM2.5), con 5,561; quinta mayor generadora de dióxido de azufre, con 175,278; quinta en óxidos de nitrógeno, con 13,808; quinta en dióxido de carbono, con siete millones 344,902; décima en metano, con 82.26 y catorceava en óxido nitroso, con 32.32. Además, es quinta en mercurio con 33.23 kilos al año.” (El Economista, 27/6/2020)
Pero, como no somos expertos en la materia, la nota del Economista también nos traduce en términos generales lo que el organismo ambiental internacional nos dijo en líneas arriba. El “Programa de Gestión para Mejorar la Calidad del Aire del Estado de Colima 2017-2021” del Instituto para el Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable del Estado de Colima (Imades) dice así: Además, “las infecciones respiratorias agudas, el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), son considerados como los padecimientos que más se relacionan con la contaminación atmosférica tanto en el área rural como en la urbana” (mismo medio).
Y de la producción pesquera en general, ya hablaremos después. Pero en aquel entonces, María del Carmen Velasco Chávez, presidenta de la Federación de Sociedades Pesqueras de la Laguna de Cuyutlán en Manzanillo, denunció que el impacto a la pesca “es tremendo”.
Y aquí queda contestada ya la pregunta que hicimos párrafos arriba. Y entonces por ahora, solo nos queda repetir nuestro comentario ya dicho: Manzanillo es como un cuerno de la abundancia para Colima, y para todo el país. Pero a los manzanillenses, sólo les toca la punta del cuerno. Y el gobierno federal, benefactor principal de todo lo que ha quedado dicho hasta aquí, ¿Qué dice? Nos veremos en la batalla.