Por Luis Enrique López Carreón
Dirigente del Movimiento Antorchista en Colima
El día jueves pasado, como cada semana en punto de las siete de la tarde, el ingeniero Aquiles Córdova Morán, dirigente nacional del Movimiento Antorchista, dirigió a la nación a través de su cuenta personal de Facebook, un nuevo e inédito pronunciamiento relacionado con los temas de actualidad que afectan políticamente a los trabajadores humildes de México y todo del mundo. Sin temor a exagerar, confieso que me faltaría capacidad analítica y discursiva para decir aquí con precisión, todo lo importante por educador, que suele decir el maestro Aquiles (así solemos nombrarlo algunos), acerca del fundamento material de los problemas sociales que padecemos. Y, por lo mismo, no me queda más que invitar a las personas sin prejuicio y de buena fe, a que se tomen el tiempo necesario para ver y escuchar estas magistrales opiniones que, lo aseguro, no tienen desperdicio alguno para los que intentamos entender lo que verdaderamente sucede en nuestra vida diaria.
Sobre la situación de los trabajadores del mundo, y de todo el país, con motivo de la conmemoración del día del trabajo, fue a lo que se refirió el maestro Aquiles en su reciente pronunciamiento. Por obvio de espacio, no referiré aquí con detalle todo cuanto él dijo, pues para lo que a mí me inspiró, haría falta mucho más que unos párrafos por extensos que fueran. Diré lo que considero esencial, conforme a mi menguado entendimiento, para poder hacer aquí mi pobre pero sincera contribución, acerca de la suerte que están sufriendo los trabajadores mexicanos.
Comienzo. “Urge reconquistar la auténtica lucha sindical para obligar al gobierno y patrones a repartir la renta nacional”, fue la consigna que yo recogí. Pero la denuncia dio en el clavo: “El acto del pasado 1º de mayo se caracterizó por la poca actividad de los trabajadores mexicanos, en tanto que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, lo utilizó como un acto de control oficial de las organizaciones gremiales para sus propios fines de propaganda y clientelismo electoral, como se observó en el acarreo masivo de los trabajadores de [la Refinería] Dos Bocas, desvirtuando una emblemática fecha heredada por un movimiento obrero de carácter socialista, que movilizó al gremio por libertad sindical, mejores salarios y la jornada de 8 horas.”
Con esta afirmación, el ingeniero Aquiles pasó luego a informarnos en un apretado, pero bien estructurado resumen, acerca de la historia, los orígenes, luchas, aciertos y desaciertos del sindicalismo mexicano, cuyo registro documentado más antiguo se sitúan en los movimientos obreros espontáneos que se consideran antecedentes de la Revolución Mexicana. Nos habló luego del origen institucional de la CTM durante el gobierno de Lázaro Cárdenas; también del Movimiento ferrocarrilero de Demetrio Vallejo y Valentín Campa, de la de los médicos y de los maestros del Movimiento Revolucionario del Magisterio (MRM); luchas que consideró de suma importancia para el sindicalismo independiente, pero insuficientes para modificar la línea esencial dominada por el “charrismo” sindical al servicio del gobierno. “Charrismo” del que hoy, como vemos en la concentración de Dos Bocas, hace gala nuevamente el gobierno de Morena, aunque ellos digan lo contrario.
De ahí, la conclusión sobre el acto presidido por el presidente López Obrador y algunos de sus funcionarios: “una farsa tan humillante y servil como los grandes desfiles montados por el viejo “charrismo”, solo que con menos lucimiento e imaginación, dejando a un lado la verdadera esencia de tan emblemática fecha de origen socialista e iniciativa, de la Segunda Internacional de los Trabajadores, dirigida por Federico Engels y Carlos Marx, quienes pugnaron por una emancipación definitiva de los explotados de la tierra, encabezada por los trabajadores.”
Pero, con la era neoliberal y las reformas a la ley del trabajo impulsadas por el sexenio pasado y ahora por López Obrador, el propio sindicalismo charro perdió utilidad y vigencia. Sin embargo, los peligros para los trabajadores ahora son mayores. El maestro Aquiles nos alertó: “están ante una doble pinza mortal: de un lado, amenazan con devorarlo las `nuevas´ centrales obreras de la 4T, encabezadas por caras viejas y corruptas del antiguo “charrismo”; del otro, los cantos de sirena de un `sindicalismo libre´, pero en realidad atado a las poderosas centrales obreras norteamericanas, financiado y empujado por los verdaderos dueños del T-MEC (Tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá)”.
Aunque, la pasividad y sumisión de los trabajadores tampoco se explica ante la falta de motivos. El maestro Aquiles precisó esta situación así: “…pues, junto con el pueblo de México [la clase trabajadora] comparte una situación más dura y angustiosa con respecto a las épocas de dominio priista y del “charrismo” de Fidel Velázquez. Hoy, el déficit de 1.43 millones de empleos formales es grave, algo que se deja sentir si se toma en cuenta el desempleo total, y no se limita a comparar el empleo de hoy con el que había antes de la pandemia; además, según INEGI, en el punto más alto de la pandemia que se presentó en 2020, se perdieron 1.1 millones de empleos formales y más de 12 millones de personas abandonaron su trabajo, obligados por la crisis.”
Hasta aquí dejo yo lo dicho por el maestro Aquiles. Pero no sin antes de recomendar su lectura en extenso. Es él, uno de esos escasos mexicanos que, en todo momento, habla para educar y orientar a los hombres y mujeres de buena fe, que se interesen en mejorar las difíciles condiciones de vida de todos los más desamparados.
Para finalizar, citaré tres notas de medios nacionales, que reflejan fielmente la situación que sufren los trabajadores por todo el país. Las tres tienen fecha del día 1º de mayo pasado. Veamos. El Financiero la dijo así: “1 de mayo: El mundo pide mejores salarios y trabajo digno”. Y abundó: “Trabajadores de todo el mundo conmemoraron este domingo el 1 de Mayo, tras dos años de pandemia por la COVID-19, en un ambiente fuertemente marcado por reclamos relacionados con mejoras salariales, medidas para hacer frente a la inflación, protección a los trabajadores y empleos dignos”. El Universal: “México, el país con más horas de trabajo y menos descansos, conmemora el 1 de mayo”. Y finalmente El Sol de México: “Informalidad, `el cáncer´ de los trabajadores de México”.
Por todo esto, yo concluyo aquí como empecé hoy, con una lección que parece ya impostergable: la tarea sigue siendo la misma: recuperar el verdadero espíritu revolucionario del día del trabajo. Nunca lo olvidemos.