*“Las amenazas a la libertad de expresión se deben combatir con la libre discusión de las ideas, el debate de propuestas e incluso con el ejercicio pleno de una composición responsable y propositiva”: Edith Cortés, UAEM.
La libertad de expresión, dijo Ana Bertha Uribe Alvarado, profesora-investigadora de la Universidad de Colima, “va de la mano con un compromiso ciudadano; es decir, no podemos gritar a los cuatro vientos todo lo que queremos decir, sin pensar en las afectaciones y consecuencias”.
Esto lo dijo sobre todo por los llamados youtubers o influencers, “que buscan a toda costa ganar likes o llamar la atención con discursos hablados o escritos en las redes y que con la bandera de la libertad de expresión, han cometido acciones irrespetuosas que rayan en barbaridades. Por ello han sido, en algunos casos, acusados de cometer delitos”.
Para esta investigadora, las leyes nacionales e internacionales que establecen la libertad de expresión como un derecho, “muchas veces no se respetan, no sólo en el caso de la prensa, sino en cualquier manifestación impresa o escrita”.
Ella fue una de las participantes del conversatorio “¿Qué es la libertad de expresión en el 2022?, redes y virtualidades”, celebrada en la Facultad de Letras y Comunicación (FALCOM) de la Universidad de Colima, como parte de los festejos por el 42 aniversario de este plantel. Esta actividad estuvo moderada por José Ferruzca, director del periódico El Comentario.
Otra de las participantes fue Edith Cortés Romero, de la Universidad Autónoma del Estado de México, quien dijo que “las amenazas a la libertad de expresión se deben combatir con la libre discusión de las ideas, el debate de propuestas e incluso con el ejercicio pleno de una composición responsable y propositiva; ésas tendrían que ser prácticas cotidianas a las cuales ningún régimen democrático debería de temer”.
Finalmente, el profesor Guillermo Torres López, quien comentó que actualmente un periodista tiene que considerar las circunstancias que determinan su trabajo; “es decir, tomar en cuenta su contexto y las fuentes para no brindar información falsa, así como la necesidad de contar con un protocolo de seguridad ante los hechos violentos que se presentan en nuestro estado”.
Destacó que “existe una carencia de ética y profesionalismo en el periodismo, al no tener muchas veces sustento su trabajo, ni antecedentes de lo que se quiere informar, y aunque se cuenta con el respaldo del gobierno estatal es necesario tener prudencia y apegarse a los datos, para evitar la especulación”.