Por Itzel Sarahi Rojas Rivera
Dirigente Antorchista en el Seccional Colima
El poeta y político cubano nacido en la Habana el 28 de enero de 1853, decía acertadamente en una de sus frases más célebres que “cuesta mucho educar a un hombre, pero cuesta más no hacerlo”, y considero que después de tantos años, su frase sigue teniendo igual o más validez para los tiempos tan difíciles que corren en nuestro país.
Los jóvenes han sido y serán siempre un pilar fundamental para cualquier transformación social que se busque en México y en el mundo, ya que los jóvenes por su edad y su condición biológica, son espíritus libres que siempre están en constante cambio, decía Salvador Allende que “ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”, y así es, los jóvenes llevan en su cuerpo el cambio, sin embargo, al mismo tiempo es un sector sumamente maltratado por los gobiernos, y por las elites del poder que buscan mantener el orden de las cosas sin movimientos ni alteraciones, por lo que han mantenido a los jóvenes lejos de una educación que les permita razonar y desarrollar su capacidad de análisis y comprensión, no solo de lo académico, sino también del análisis y crítica de la sociedad en la que se desarrollan.
Por si esto fuera poco, los gobiernos se han encargado de abandonar a los jóvenes en su educación académica y han dado golpes tan alarmantes y críticos a la educación. Veamos
El portal web Publimetro menciona lo siguiente: “El presupuesto que se destinará para la formación y capacitación de cada maestro en las escuelas públicas del país apenas ascenderá a 85 pesos por cada maestro en el país, esto en comparación con los más de mil 600 pesos que se destinaban por profesor hace seis años”
Además de esto mencionó que: “La organización Mexicanos Primero dio a conocer que en el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2023 que se discute en la Cámara de Diputados, se plantea una reducción general a la educación básica en el país y, en cuestiones de capacitación a los docentes, los recursos que se proyectan son insuficientes”
Por si esta fuera poco, el mismo medio menciona que: “en el proyecto del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2023 no están contemplados recursos para la atención del abandono escolar, socioemocional y la pérdida de aprendizajes que se desencadenaron con la pandemia de Covid-19, agregó Mexicanos Primero. La organización civil reportó que durante el ciclo escolar 2020-2021, abandonaron las aulas 552 mil 469 alumnos de educación básica, mientras que otras niñas, niños y adolescentes enfrentan afectaciones en la salud mental, como angustia y depresión”
La situación económica de las familias se ha visto afectada por la inflación, además del golpe demoledor que dejó la pandemia en miles de estudiantes que no regresarán a clases y la pobreza que cada vez va más en aumento y no se ve por ninguna parte las alternativas de los gobiernos tanto estatal como federal para resolverlo. Ante este panorama, los jóvenes no deben conformarse con ser sólo una cifra en las estadísticas, deben sumar su energía y su inteligencia en torno de un movimiento organizado del pueblo, que busque terminar con la desigualdad, la injusticia y el privilegio.
Los jóvenes están comprobando por sí mismos, que comparten los mismos sufrimientos que padece el pueblo trabajador, el mismo que enfrenta fenómenos como la desigualdad, el desempleo, el incremento de la pobreza, la deserción escolar, la carencia de vivienda, etc. Por ello, los jóvenes deben ayudar a sus padres a entender la realidad social, y ayudar en la construcción de un nuevo modelo de sociedad, que les permita contar con educación de calidad, salud, alimentación, empleo, salarios dignos y vivienda digna y decorosa, para ellos y su familia.
De no ser así, se corre el riesgo de dejar al país en manos del capitalismo voraz que busca a toda costa el control del mundo. Y que por lo visto no será en beneficio del pueblo trabajador de nuestro país. Es por ello que la Federación de Estudiantes Revolucionarios Rafael Ramírez (FNERRR) encabeza todas las necesidades de los estudiantes a nivel nacional, exigiendo a los gobiernos que mejoren la calidad educativa, que hoy más que nunca necesitan los estudiantes.
Llamó a la juventud, tal como lo hiciera el poeta y dramaturgo español Miguel Hernández en una de sus magníficas obras:
“Sangre que no se desborda, juventud que no se atreve, ni es sangre, ni es juventud, ni relucen, ni florecen. Cuerpos que nacen vencidos, vencidos y grises mueren: vienen con la edad de un siglo, y son viejos cuando vienen. La juventud siempre empuja la juventud siempre vence, y la salvación de España de su juventud depende.”
Y así lo creo, la juventud siempre empuja y la juventud siempre vence, adelante estudiantes, una nueva educación y una nueva sociedad, no solo son posibles, sino necesarias.