Itzel Sarahi Rojas Rivera
Dirigente Antorchista en el Seccional Colima
Hace unos días leí una nota que me causó mucha impresión “carroza queda atrapada en el caos vial del puerto interior”, así encabezaron diversos medios de información este suceso, que ha decir de los medios fue un hecho insólito, pues debido al caos vial ocasionado por el tráfico vehicular del recinto portuario, donde al quedar atrapada una carroza fúnebre, los familiares tuvieron que cargar el ataúd para llevarlo a darle cristiana sepultura.
“La carroza quedó atorada en el tramo carretero Puerto – Jalipa y ante la desesperación de los familiares bajaron el ataúd, lo cargaron en hombros y comenzaron a caminar entre los vehículos para llegar a la zona de Tapeixtles, donde serían apoyados para llegar al panteón municipal de la colonia 16 de septiembre. Dicha situación causó asombro de los automovilistas, los cuales quedaron atónitos al ver cómo las personas cargaban el ataúd y toreaban los carros para llegar a su destino”.
Es decir, que en colima, los muertos también han tenido que protestar, pues ahora después de muertos, además tienen que sufrir el suplicio y el calvario de poder darles cristiana sepultura, hasta llegar al punto de salir de su carroza para andar entre los vivos y poner de manifiesto el grave problema que sufren miles de manzanillenses en el tortuoso tramo portuario, donde no encuentran la salida.
Además de los otros tantos que han perdido la vida en el tan mencionado “puerto de altura, siendo atropellados por los grandes camiones que no dejan nada a su paso, donde a diario se leen notas de tan concurridos accidentes, como el caso de la carretera El Naranjo, El Colomo y Jalipa.
Pero ¿qué han hecho nuestros gobiernos morenistas de Manzanillo y la Gobernadora Indira Vizcaino al respecto?
El 4 de noviembre entró en operación la autopista Guadalajara-Colima, nombrada como carretera Transvolcánica, con el objetivo de reducir accidentes vehiculares y agilizar el recorrido que se hacía de Colima a Jalisco y viceversa. “La inversión que se hizo fue de 3 mil 278 millones de pesos, de los cuales 393 millones de pesos fueron destinados al tramo de montaña. Las obras se llevaron a cabo del kilómetro 103 al 120 y se requirió de 14 puentes y siete estructuras especiales, de acuerdo con datos del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras)”.
“El director general de Banobras, Jorge Mendoza Sánchez anunció que esta obra carretera se reactivó gracias a que la mandataria colimense, Indira Vizcaíno, y su gabinete se reunió con los ejidatarios de San Marcos, Jalisco, lo que culminó en un efectivo enlace entre el Gobierno de Colima y El Gobierno de México”.
Pues muy bien por la Gobernadora y el Gobierno Federal, que han invertido 3 mil 278 millones de pesos para que las mercancías puedan ser llevadas al resto del país sin problema, pero como dice el dicho popular, son candil de la calle y obscuridad de su casa, pues no han podido o no han querido hacer inversiones en las carreteras del uno de los puertos más ricos de Latinoamérica, y han dejado que el caos vial con sus contenedores se apoderen de todo Manzanillo, hasta llegar al límite de tener que sacar a los muertos de su carroza fúnebre.
Y del Gobierno Municipal de la morenista Griselda Martínez, ya ni hablar, pues los resultados están a la vista de todos. Se prevén inversiones y ampliaciones de las carreteras más importantes de Manzanillo, pero hasta el momento no hay alguna sola que haya sido concretada.
Por eso digo que ahora en Colima hasta los muertos han tenido que protestar, y han quedado como la viva evidencia de un gobierno que no ha hecho nada por los pobres que tanto dicen defender, y no quedará de otra, exigir con toda conciencia un cambio y una “transformación” que tanto pregonan por los medios de comunicación, para que se haga realidad. No esperemos que los accidentes alcancen a nuestras familias, si no exigimos hoy, mañana puede ser demasiado tarde.