Por Luis Enrique López Carreón
Dirigente del Movimiento Antorchista en Colima

En un trabajo anterior similar a este, dije que, con el pretexto de emprender una supuesta batalla internacional contra el tráfico, distribución y venta de fentanilo, el más moderno, mortífero y redituable de los opioides hoy conocidos; en el mes de enero pasado, dos senadores estadounidenses (por cierto, antiguos miembros de las fuerzas armadas de aquel país), propusieron al Congreso norteamericano una iniciativa para facultar a su gobierno, usar sus Fuerzas Armadas contra el tráfico de fentanilo en territorio mexicano. Esto quiere decir, supongo yo, que los senadores que refiero, insinuando la inutilidad de nuestras fuerzas de seguridad nacional, proponen que su ejército entre a nuestro territorio para combatir a los narcotraficantes, que fabrican y distribuyen el mortífero opioide a que nos referimos.

Ante esto, el presidente López Obrador, sin comentario alguno sobre la ofensa a su estrategia de seguridad, dijo en una de sus mañaneras que, “si bien, se trata de un posicionamiento político sin posibilidades de ser aprobado en esta legislatura, es un pronunciamiento preocupante”. Y yo pensé lo mismo: “es un pronunciamiento preocupante”.

Hoy leí otra nota sobre lo mismo. “Presentan formalmente iniciativa para declarar terroristas a cárteles”; se dijo así en un medio local. La nota dice así: “Lyndsey Graham, senador republicano por Carolina del Sur, y otros congresistas presentaron ayer una ley para designar a los cárteles mexicanos de la droga como organizaciones terroristas extranjeras”.

Y luego se abundó: “La ley NARCOS (Ending the Notorious, Aggressive, and Remorseless Criminal Organizations and Syndicates), cuenta con el respaldo de Graham, así como de Mike Lee (Utha), John Kennedy (Louisiana), Marsha Blackburn (Tenessee), Josh Hawley (Missouri) y Steve Daines (Montana). La legislación contempla nueve cárteles que serán designados como Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO, por sus siglas en inglés), e incluye al Cártel de Sinaloa, Cártel de Jalisco Nueva Generación, Cártel del Golfo y los Zetas. Así como el Cártel del Noreste, Cártel de Juárez, Cártel de Tijuana, Cártel de los Beltrán-Leyva y La Familia Michoacana, también conocida como Cártel de los Caballeros Templarios” (Diario de Colima, 30 de marzo de 2023). Curiosamente, los senadores suponen que no existen Cárteles de narcotraficantes en su país.

Ante esto nuevo del tema, no conozco aún la opinión oficial del señor presidente. Veremos que dice ahora. Pero la nota anterior, la calificó de, “intervencionista y propagandista” (El PAIS México, 6 de marzo de 2023); y dijo además que, “Si EE.UU., quiere combatir el problema del fentanilo, debe cambiar su enfoque y atender las raíces sociales de las adicciones. Si les preocupa lo del fentanilo, como también a nosotros nos preocupa, pues hay que atender las causas en México y en Estados Unidos, porque, puede haber droga, ¿pero, por qué hay consumo?, ¿qué está pasando?”

Ante esto, yo ya opiné sobre el tema, y dije que, con o sin combate al fentanilo, si los mexicanos no nos organizamos a tiempo para la defensa nacional, EE.UU. terminará por invadirnos completamente; y llamé a recordar los sucesos ocurridos en nuestro país en los años de 1846 a 1848. Pero hoy quiero enfocar el problema desde otro ángulo en abono a mi opinión.

Primeramente, quiero dejar aquí bien asentada la esencia de lo que digo, misma que encuentra sustento lógico también, en el terrible suceso ocurrido en la estación migratoria de Ciudad Juárez Chihuahua, donde murieron 39 migrantes y 27 más resultaron heridos. Mi opinión es esta: el imperialismo norteamericano, busca concretar su teoría del caos en nuestro país, para intensificar el sometimiento de nuestro territorio para sus intereses comerciales y militares. Aprovecha muy bien los garrafales errores de la Cuarta Transformación, también en materia de seguridad, para doblegar aún más la voluntad de resistencia de los mexicanos. Nos quiere, no sólo como su patio trasero y reten migratorio; también busca ahora que seamos su proveedor controlado y exclusivo de fentanilo ilegal, para su venta también controlada.

En realidad, el imperialismo no busca detener la producción ilegal de fentanilo y los otros opioides, lo que verdaderamente quiere, es tener el control exclusivo de la producción y su tráfico. Por eso es que va sólo contra los traficantes o comerciantes al mayoreo, pero no toca ni un pelo de la mortífera mercancía. Quiere el control absoluto de la ingente ganancia que producen los opioides. Pero lo que realmente nos urge a todos, es que las drogas no lleguen a las manos de nuestros hijos.

No olvidemos que el fentanilo, es mucho más fuerte y dependiente que la morfina y la heroína, y las ganancias que produce son aún mayores. Su sobredosis está causando la muerte al por mayor de miles de consumidores, los clientes. Se sabe que la iniciativa de los senadores norteamericanos, argumenta que el fentanilo mata en promedio a 80 mil ciudadanos estadounidenses al año, y que es la primera causa de muerte entre hombres de 18 a 45 años. Y el único medicamento que salva la vida, de la sobredosis de fentanilo, es, precisamente, un fármaco llamado “Narcan” o Naloxona. Este fármaco es efectivo, y revierte o bloquea rápidamente los efectos de los opioides, restaurando la respiración normal, especialmente cuando se administra a los pocos minutos de los primeros síntomas de una sobredosis.

Pues bien, el día de hoy leí en un periódico local la siguiente nota: “Aprueban el primer medicamento contra la sobredosis de drogas; se venderá sin receta”. La nota dice así: “La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos, aprobó el miércoles, y sin necesidad de receta médica, el uso del fármaco “Narcan” (Naloxona) de Emergent BioSolutions, allanando el camino para una fácil disponibilidad del medicamento que salva vidas y se usa para revertir la sobredosis de opioides, entre ellos el fentanilo” (El Noticiero, 30 de marzo de 2023). Es decir, con esto, parece ser, que los EE.UU. busca que sus consumidores de fentanilo lo consuman, pero que no se mueran.

Aquí tenemos ya la madre del cordero. Si Estados Unidos busca declarar a los Cárteles de México como Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO), para que no introduzcan a su territorio el fentanilo; ¿por qué, entonces, libera, por otro lado, sin receta médica y venta libre, el medicamento Naloxona para revertir las sobredosis? La respuesta parece obvia: porque no busca impedir la venta de fentanilo, sólo quiere controlarlo para controlar así sus ganancias. Y al controlar los Cárteles mexicanos con sus Fuerzas Armadas, éstos le harán el trabajo sucio, porque serán sus proveedores de la mercancía.

Y entonces, ¿qué hará, con todo esto, el gobierno de la llamada Cuarta Transformación? Yo creo que nada, o casi nada. Ya el entreguismo no tiene comparación. Sólo nos queda la organización y la defensa de los agraviados. Y nada más. Hagámoslo pues por nuestros hijos. La Biblia dice que vendrán cosas peores. El hambre del imperialismo no tiene llenadera de víctimas. Estamos a tiempo.

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