*Doce años de ser foro de diálogo e interacción.
En el marco del 12 aniversario del Museo Universitario Fernando del Paso, la directora de este recinto, Ada Karmina Benavides Rosales expresó en entrevista lo siguiente: “A lo largo de 12 años nos hemos fortalecido con las opiniones, crítica, diálogo y propuestas de la gente, buscando un sentido de comunidad”.
Estos días, en el marco de su doceavo aniversario, el museo realizó visitas guiadas a sus exposiciones abiertas y una mesa de diálogo con artistas visuales y expertos en el tema de la museografía.
En este sentido, la responsable añadió que contrario al concepto de museo-templo, la intención ha sido trabajar desde la visión del museo-foro, con la participación de un público diverso: “esto no sería posible sin el apoyo de nuestras autoridades universitarias, que han sabido aplicar políticas culturales democráticas, abiertas e incluyentes que nos permiten ver las problemáticas que atraviesan distintos sectores de la sociedad”, dijo.
La celebración por estos primeros doce años, continuó, inició con visitas guiadas de grupos de estudiantes y docentes que, en esta ocasión, involucraron a todo el equipo del museo: directora, museógrafo, curadora y personal administrativo: “Las opiniones de artistas y expertos vertidas nos confirman que en el ámbito de museos, la UdeC sigue liderando la opción cultural, innovando, proponiendo y generando espacios que son burbujas de oxígeno en realidades tan distópicas como las que nos toca vivir”.
Por otra parte, al hablar de la importancia de crear comunidad alrededor de los museos, Benavides Rosales señaló que la palabra clave es el acompañamiento, porque si bien la gente llega a un museo y aprecia las exposiciones, es importante un interlocutor entre artistas y público; “hemos generado ese acompañamiento y estado pendientes de nuestras comunidades, principalmente de estudiantes”.
Este vínculo tan estrecho, agregó, “no ha sido únicamente con los estudiantes de Artes Visuales, sino también con los de otras licenciaturas y con los de bachillerato, ya que van comenzando su vida como universitarios; a veces, por desconocimiento de las herramientas para desmenuzar lo que ven, para poner en su justo valor el patrimonio cultural, se dan la vuelta con apatía y nos ven como espacios que no les significan”.
Por eso, aseguró, “el reto más grande es generar acompañamiento y mantenerse cerca de la comunidad, con personal y herramientas de las que dispone el museo; “esto ha sido posible gracias a la Universidad de Colima”.
Sobre el vínculo con la Escuela de Artes Visuales de la casa de estudios, comentó que son dos comunidades que crecieron juntas, pues la licenciatura nació un par de años antes que el Museo del Paso: “Desde su creación, estudiantes y docentes utilizan el museo como un espacio experimental, trabajando con aspectos como la museografía y la curaduría; también logramos establecer un interesante diálogo con los artistas locales”.
En otro momento comentó que han migrado a redes sociales y medios digitales para ir más allá de Colima y tener convenios con las comunidades de artes visuales de las universidades Autónoma de Zacatecas y de las Artes de Aguascalientes.
Por último, la entrevistada señaló que estos doce años han sido fructíferos para el museo, pues ha logrado consolidar un buen equipo de trabajo y creado comunidades a su alrededor, “pues lo perciben como un foro para el diálogo y la interacción; no creo que los museos desaparezcan, como espacio físico, porque son necesarios, pero sí creo que hay otras ventanas y líneas que tenemos que trabajar en la era digital”.