El humo de tabaco o provocado por la quema de objetos como madera o pasto, ácaros del polvo, contaminación atmosférica, alérgenos de cucarachas e insectos o a animales o mascotas, así como medicamentos, condiciones climáticas e infecciones respiratorias, son algunos de los desencadenantes más comunes del asma.

En el Día Mundial del Asma, la Secretaría de Salud indicó que ésta es una enfermedad crónica de vías respiratorias que hace que los pulmones se expandan y se dificulte respirar, la cual se presenta de manera más frecuente en menores, aunque las personas adultas también son susceptibles de padecerla.

Los síntomas inician o empeoran al hacer ejercicio, exponerse a los contaminantes del aire o los cambios de clima, e incluso después de tener una reacción emocional fuerte. Los principales signos del asma son episodios recurrentes de ronquidos en el pecho al respirar, dificultad para respirar, sensación de opresión torácica y tos.

Algunos cuidados para este padecimiento son usar de manera adecuada el inhalador, vacunarse cada año contra influenza y neumococo, tratar y atender las comorbilidades como diabetes, obesidad y alergias; y evitar la exposición a factores de riesgo como el humo de cigarro, polvo o alérgenos.

La dependencia estatal subrayó que es importante acudir al Centro de Salud más cercano para recibir un diagnóstico correcto y un tratamiento adecuado a este padecimiento.

(Esta información se ampara en las excepciones consideradas por la autoridad electoral mediante el Acuerdo INE/CG228/2024).

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