Por Jadán Pérez
Ayer se definió el primer equipo finalista de la Liga MX, nada más y nada menos que el América; sin mostrar superioridad y en una serie con un juego medianamente bueno, venció a las Chivas tras anotar un solo gol en los dos partidos.
Y es que no importa el juego, gana el que mete los goles. Una de las mejores versiones de Chivas no pudo concretar el gol, en el partido de ida tuvo 2 claras y en la vuelta sin duda hubo un momento donde todo cambió y se definió la serie que venían jugando bien.
El cambio de Víctor Guzmán por el Chicharito Hernández fue el parte aguas para que todo se rompiera en el rebaño.
El gol de las Águilas cayó en ese preciso instante segundos después de la modificación y antes de que Javier tocará el balón que defendió pésimo dentro del área.
No está al nivel y ayer lo demostró, no es el Chicharito de los récords ni el que se fue al Manchester United, Real Madrid ni al LA Galaxy, eso habla mal del juego de Hernández pero bien de la evolución del fútbol mexicano. El futuro es hoy, viejo.
Esperemos que el próximo torneo esté en más forma y mejor condición, definitivamente no se le vió bien al jugar sin la pelota y las que le llegaron no tuvieron mucho avance, está desacostumbrado al juego y le costó el triunfo a Fernando Gago que no tomó una mala decisión en hacer el cambio pero si en confiar en Hernández.
Otro torneo que se le escapa a Chivas, sin duda estaba jugando mejor, incluso con la entrada de Cade Cowell estaba ganando metros en el área rival y tenían a la afición esperanzada en encontrar ese gol y al filo de las butacas.
Todo se echó a perder cuando entró el Chicharito, y es normal que los medios el día de hoy se pongan en su contra, no jugó a nada, ni se puede comparar con Jonathan Dos Santos que siendo su contemporáneo entiende y conoce el juego de esta liga y su evolución con los más jóvenes.
Hoy se define el rival del América entre Cruz Azul y Monterrey, de esta llave saldría el seguro campeón si aprovecha el momento y las oportunidades que Chivas desperdició.