*En este proyecto científico participarán también las universidades Autónoma de Zacatecas, de Guanajuato, el Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco A.C. y la UNAM, entre otros.
Un grupo de alrededor de 40 docentes, investigadores y estudiantes de la Universidad de Colima, encabezado por el profesor investigador Oliver Mendoza Cano, participará del 19 de abril al 26 de julio de este año en un seminario semanal con el que da inicio un punto de la segunda etapa del Proyecto: “Perfil epidemio-toxicológico para definir una región de emergencia socioambiental y sanitaria en el Estado de Colima”.
Este proyecto recibe financiamiento del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) como uno de los Proyectos Nacionales de Investigación e Incidencia de los Programas Nacionales Estratégicos (Pronaii-PRONACES, Agentes tóxicos y procesos contaminantes), que vinculan a universidades, gobiernos en sus tres niveles y sector privado en conjunto, con la finalidad de saber qué elementos contaminantes existen en Colima, las afectaciones a la salud, y plantear soluciones mediante políticas públicas.
En esta etapa del proyecto también participan la Universidad Autónoma de Zacatecas, la Universidad de Guanajuato, el Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco A.C., UNAM, investigadores por México del Conacyt, así como estudiantes de las carreras de derecho, ingeniería civil, ingeniería química en alimentos, ingeniero topógrafo geomático, medicina, nutrición, psicología y enfermería.
Durante este seminario, se conformarán los equipos que llevarán a cabo las encuestas y muestreos en las cinco zonas de acción, además de analizar los datos, homologar los procesos y poder, por último, transmitir los resultados.
En la primera sesión del seminario, el responsable técnico de la investigación, Oliver Mendoza Cano señaló que, en nuestro estado, cerca del 40 por ciento de nuestro territorio está dedicado a la minería y gran parte del resto a la agricultura; “cuando miramos esto de manera analítica, es decir, la respuesta a la pregunta ¿qué es lo que las actividades productivas del estado nos están arrojando en agentes tóxicos y contaminantes y daños a la salud?, nuestro mayor objetivo es generar información y conciencia referente a ello, ya que al ser éste un estado pequeño, representa por sus actividades un riesgo determinado”.
En ese sentido, comentó que Colima se encuentra por arriba de la media nacional en cuestión de mortalidad por cáncer de próstata, mama, pulmón, ovario y melanoma.
Oliver Mendoza, profesor-investigador de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, comentó que en la primera etapa del proyecto se realizó, en las zonas de acción (Colima – Villa de Álvarez, Tecomán, Minatitlán, Cuauhtémoc, Comala y Manzanillo) un muestreo de agua, suelo y sedimentos de metales pesados; “los resultados de esos muestreos previos nos ayudarán a determinar específicamente las áreas donde vamos a intervenir en los campamentos sanitarios”.
En esta segunda etapa, además de los muestreos anteriores, realizarán un muestreo de plaguicidas en matrices ambientales, peces, en moluscos y en otras especies, así como un muestreo biológico en niños para biomarcadores de cáncer y enfermedad renal crónica.
Los resultados que se generen en esta segunda etapa, adelantó el investigador, “serán transparentes a toda la sociedad; a los tomadores de decisiones, empresarios y a la población en general, para elaborar todos juntos soluciones que se deriven de una discusión multidisciplinaria y transdisciplinaria con el objetivo de establecer las mejores acciones de incidencia”.
Pidió no olvidar que “éste es un proyecto científico de incidencia que tiene la finalidad de aglutinar toda la información que se ha dado respecto a la salud ambiental en el estado y generar nuevo conocimiento con incidencia para poder llegar a una solución como propuesta a este problema nacional; ustedes, estudiantes y nosotros, formamos parte de este sujeto social colectivo conformado por la sociedad, sector gobierno-iniciativa privada y comunidad científica, que como resultado del desarrollo del proyecto contará con las capacidades necesarias para otorgar instrumentos científicos y metodológicos de manera eficaz y efectiva, y así poder alcanzar las metas planteadas y resolver el problema identificado o remover o superar los obstáculos para su resolución”.
Por tanto, agregó, “ustedes contribuirán a la generación de información valiosa para la toma de decisiones colectivas y a establecer mecanismos que permitan aportar al proyecto y generar un perfil epidemio-toxicológico que a su vez sea la pauta para generar una solución de los hallazgos mostrados”.
Por último, Oliver Mendoza Cano les pidió a las y los estudiantes participantes, en especial a los del área de la salud, que contrasten la información medioambiental medida con información de carácter médico y clínico, “con el objetivo de transferir esa información a las instancias de salud; esto último será muy valioso porque es algo que no se tiene; ustedes serán los artífices en un cambio verdadero en esa zona, para las a personas que viven allí y para las generaciones futuras”.