A 5 días de su comienzo, el Festival del Colibrí Zurdo Huitzilin, que organiza el Ayuntamiento de Manzanillo, ha integrado eventos artísticos y expresiones culturales de distintos géneros; desde música, canto, baile, hasta las muestras de movimientos prehispánicos, como la danza mexica, ritual del solsticio de invierno, saludo a los cuatro rumbos.
La tarde de ayer miércoles, el escenario instalado sobre la plaza Juárez, recibió al saxofonista Christian Lugo, quien ofreció un repertorio de grandes éxitos de la música, no sólo nacional, sino también piezas del extranjero que han trascendido a través de las generaciones recorriendo el mundo.
A través de la agrupación Calpulli Xochilpilhuacan, se ofreció la danza mexica, ritual del solsticio de invierno, con la cual se daba la bienvenida a un nuevo nacimiento y al cambio de estación.
Entre humo de copal, vestimentas prehispánicas, con grandes y coloridos penachos y cascabeles, y al ritmo de tambores, comenzó la danza, con la que se daba como significado el nuevo nacimiento, como el de Huitzil, quien se convertiría en el gran Huitzilopochtli.
Pero esta muestra, también lo era para que los guerreros se convirtieran en mejores hombres y después en grandes maestros, la danza, dijeron, “conecta con todo el movimiento del universo, con el corazón de la tierra y con el corazón del universo”.
Tras una danza extensa, que cambiaba de ritmo, se ofrecieron limpias con copal para la asistencia.
Cabe resaltar, que a nombre de la presidenta Griselda Martínez, fue entregado un reconocimiento por la destacada participación de la agrupación Calpulli Xochilpilhuacan.